lunes, 15 de octubre de 2012

¿QUE NOS ESTA PASANDO?


                                              

                                                  ¿QUE NOS ESTA PASANDO?

No hay palabras ante algunas situaciones, que nos plantea la vida y por desgracia no se pueden arreglar, es triste pero es así; cuando algo te causa dolor, o no te aporta nada,  hay que romper apegos, apartarlo y seguir el camino. He perdonado ¡Sí! pero... también he aprendido en el camino de la vida y, a base de desengaños, he ido cultivado mis actos, intentando forjarlos, determinando posturas; como guardar silencio ante no airear problemas o situaciones, que a nadie le incumben, ni tienen por qué recibir explicaciones, ya que la cuestión es de quien la sufre.
En las discordias, todas las partes implicadas, defienden su verdad, todos están en posesión de la razón, eso, no da a ninguno el derecho de denigrar al adversario.
Por desgracia, sucede lo contrario. Hay quien sí se cree con ese poder, con tal justificar su benignidad, camuflando un victimismo que solo detecta el afán de protagonismo, y las ganas de contarle al mundo una argucia maquillada de lágrimas.
¿Qué nos está pasando? ¿En qué se está convirtiendo esta sociedad?
¡Dónde quedaron los valores humanos!
Solo basta decir ¡No!, ante alguna situación con la que no estás de acuerdo, o crees que te va a hacer zozobrar, y te lapidan, no importa el bien que hayas hecho, o lo mucho que hayas dado.
Ya, se olvida el respeto, se olvida el agradecimiento. Impera el odio, el orgullo…
Domina la rabia, la envidia, predomina la aniquilación, en una carrera por despuntar, sin parase a pensar, el perjuicio y el desconsuelo que van sembrando.
Desde ese momento, ya no eres nadie, eres, mal amigo, mal hijo, mal hermano, no vales nada, contaminan el entorno común.
Y tú, que vas echando velo, te hundes en el más grande dolor, que has experimentado. Odias, maldices, lamentas; la sed de justicia y la impotencia, te llegan a enfermar el espíritu, agotando tu alma hasta sumirla en la más profunda tristeza, en un abismo de confusión ininteligible.
Evidentemente, como en toda aflicción, las heridas cicatrizan. Si tienes verdaderos valores, perdonas, y tu odio, poco a poco, se va convirtiendo en amor hacia quien te hizo el agravio, es la única forma de sanar el espíritu. Es entonces, cuando la losa que llevas encima se desmorona y te sientes libre, apaciguas tu ego, te das cuenta que ya no pueden herirte; después de haberte caído hasta tocar fondo, resurges con gran impulso, renaces de nuevo habiéndote despojado de lastres, agradeciendo el aprendizaje adquirido que te proporcionan las situaciones desagradables, las cuales, son necesarias para obtener lecciones de vida.
Ya no necesitas una coraza, la armadura del amor, de la benevolencia y el respeto, es impenetrable.
Te condoleces, sientes lástima por esas personas, incapaces de amar, incapaces de sentir compasión; te van imitando y siguiendo los pasos, sin darse cuenta que no saben vivir su propia vida. Son demonios disfrazados de ángeles. Están atrapados, en su paraíso infernal, en su verdad disfrazada, con la que siguen depredando insaciablemente.
¡Qué pobres de espíritu no hemos vuelto! ¿Dónde quedo el amor? ¿Dónde quedó la compasión? ¿Dónde quedó la esencia del ser?
¿Qué no está pasando raza humana?
Nela-14-10-2012

2 comentarios:

  1. No intentes entender, solo vive.
    Un abrazo.

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  2. causa tanta tristeza, querer entender lo incomprensible...que a veces se nos olvida vivir en esa búsqueda,por la senda enigmática de la vida.
    gracias Oscar, un honor tu presencia, en el humilde bloc,de una loca aprendiz.Besos

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